lunes, 29 de junio de 2015

De Tecno-pesimista a Tecno-dependiente


Por Claudio A. Delbene

Reformulación de un texto elaborado para el Seminario: Producción de Materiales para Enseñanza Mediados por Tecnología que dictó Carlos Neri en 2014.
Este texto cuenta mi acercamiento e incorporación de la computadora y nuevas tecnologías en mis tareas particulares diarias, como docente, como investigador y ahora nuevamente como estudiante.
Un inconveniente surgido en el uso de un programa de computación tan simple como el Word y lo que luego sucedió, transformó mi pensamiento tecno-pesimista a fines de los ´80 a tecno-optimista moderado en los 90,  y finalmente me convierte en un tecno-dependiente en la actualidad, a pesar de las constantes frustraciones que el rápido avance de la tecnología produce en un usuario no nativo.
A fines de los ´80, era una persona que veía con cierto escepticismo como el avance en el uso de las computadoras, iba a ayudar, facilitar  y solucionar las tareas que a diario realizaba en mi trabajo o como docente e investigador.
El punto que hizo y marcó un cambio en mi actitud, sucedió la primera vez que usé una computadora, sin ninguna experiencia anterior, me prepararon un archivo en blanco para escribir  un documento para un congreso y cual si fuera una máquina de escribir comencé mi tarea en ese teclado mucho más cómodo, pero después de haber estado escribiendo por más de dos  horas, entre esas cosas mágicas que suceden con los inexpertos,  se cerró el archivo.
Ante mi desesperación, alguien dijo y pregunto, algo que me hizo sentir en carne propia el desfasaje que estaba sucediendo entre mi persona y el mundo tecnológico computacional que me rodeaba, esa frase fue, “no te preocupes, grabaste el archivo??”, y mi respuesta fue, Como si grabe el archivo???” Todos estaban muy ocupados, nadie me había dicho como hacerlo, (en la máquina de escribir todo quedaba plasmado en el papel) y todo ese trabajo se perdió en algún lugar y lo más frustrante es que cuando me indicaron como grabar, vi que era muy sencillo, solo tenía que saberlo.
Ante esta situación, en mi actitud tecno-pesimista, podría haber dicho la tecnología no optimizó mi tareas, sino que me hizo perder tiempo y además nada me había quedado de lo echo durante esas dos horas, salvo mi sensación de sentirme, frustrado, muy tonto y desactualizado. Pero agradezco que mi actitud fue otra, y tome como un desafío el poder dominar esta nueva tecnología, que empecé a entender que era necesaria conocer para insertarme en este nuevo mundo que avanzaba rápidamente en todos los ámbitos.
Es así que comencé a capacitarme con cursos para el uso de procesadores de texto, planillas de cálculo, base de datos, algo de programación basic, que eran los vigentes en ese momento. Esta puerta de entrada, hizo que luego, comience a ver programa para gráfica como Autocad, en sus comienzos, y algunos para edición de libros, ya que hasta el momento solo hacíamos los textos en Word y con recorte y pegado, armábamos en forma artesanal las páginas del nuevo libro. 
A esa altura, me encontraba, paralelamente a mi tarea profesional, y de docente e investigador, haciendo cursos para no quedar desfasado de los rápidos avances que este medio iba ganando en la sociedad y el mercado.
Mirando desde afuera, en realidad alguien podría decir que estaba agregando más tarea, restando tiempo al descanso para mantenerme actualizado, y alguna vez confieso que lo pensé, pero también esto me abrió puertas desde lo laboral, ya que di cursos de algunos programas específicos para dibujo, pues ya la sociedad solicitaba que los trabajos se entregaran en ciertos formatos que muchos aun no manejaban y en lo que respecta a la docencia e investigación comencé a ver y sentir, que optimizaba mis tiempos, obteniendo resultados satisfactorios.
A medida que iba avanzando e internamente aceptaba, para mí, esta nueva realidad, veía que era más sencillo profundizar y optimizar el uso sobre los programas conocidos, aprender nuevos, y que esto mejoraban mis presentaciones, así empecé a sentirme un tecno-optimista moderado, ya que nunca olvidé esa primera y frustrante etapa inicial, estando siempre muy dispuesto a ayudar a aquellos que comenzaban a incorporarse a este mundo tecnológico de la computación. Mientras incorporaba la tecnología tratando de ver como esto aportaba a mi tarea profesional y como docente-investigador
Ya en los 2000, con lo vertiginosos avances de la tecnología, sentí otras avances de la tecnología sobre mi persona, lo inalámbrico y especialmente las comunicaciones, el envío de archivos por el “ciber espacio”, que sin nunca entender como sucedía, que un dibujo o archivo viajaba al otro lado del mundo reproduciendo lo que yo hacía desde mi escritorio, acepté que era así y  también decidí que era mejor no preguntar ya que había otras cosas que debía tratar de manejar y que era consciente que debía conocer, comenzaba la era de la interconexión entre mis terminales y mas tarde "la nube".
Mientras seguía incorporando, mas programas, mas tecnología, comenzaba a ser un ser tecno-dependiente, al que un simple corte de luz me convierte en un ser aislado,  me cortaban las manos y me convertía en un ser poco recomendable.
Actualmente uso muchos medios para mi tarea diaria, por ejemplo mi teléfono, que además es mi agenda, despertador, reloj, calculadora, reproductor de música, diccionario, biblioteca, GPS, conexión con el resto del mundo y con mis otros aparatos tecnológicos como tablet, notebook, PC, y hasta con mi auto con el que me conecto a través de mi voz. También evidencia que hay muchos datos que antes retenía en mi memoria, y para los que hoy dependo de estos medios para recordarlos, pero tal vez eso me da lugar a retener otra información.
Es la realidad, y acepto que así sea, a veces me cuesta entender los avances. La incorporación en mi entorno de nativos tecnológicos, me ayudan a diario a mantenerme informado y actualizado y aportarles ademas de mi conocimiento, experiencias e historias, no muy lejanas, pero ajenas a ellos. Especialmente contarles, mis frustrados comienzos con la computación, y la que creo fue una actitud acertada, de no enfrentarme con los avances tecnológicos, sino aceptarlos y convivir con ellos…
En este momento me encuentro intentando manejar esta tecnología para incorporarla a mi tarea docente, buscando nuevos desafíos y nuevas formas para que los alumnos puedan, a través de los medios a los que ellos están acostumbrados y tienen incorporados, capacitarse, aprender e internalizar conceptos que les permitirán desarrollarse como futuros profesionales.
Tal vez, y estoy convencido, que si logro este objetivo esta brecha entre la forma tradicional en que me eduqué y  la que exige esta nueva generación tecnológica nos acercará a educadores y alumnos optimizando su formación. 

4 comentarios:

  1. Claudio: muy linda tu historia. En mí caso la primer frustración fue a mediados de los sesenta y principios de los setenta con esas computadoras que necesitaban grandes espacios, ventilación y tenían una memoria de 8 kb. Conocí a Clementina I y era un desafío poder lograr que hiciera algo. Una experiencia tratando que realice un gráfico, y una larga programación previa, me devolvió una impresión con todos los objetos superpuestos. Pero la frustración también se convirtió en desafio.
    Estoy a muy pocos años de jubilarme como profesora en UBA y este mundo tecnológico me sigue fascinando. Encuentro muchas veces que los llamados "nativos" tienen muchas dificultades con estas herramientas y la inmigrante los asesora sobre todo en lo que hace al uso de software y drive en la nube.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. #cpc15c1 Me encantaron ambas historias, la de Claudio y la de Clara, cabezas abiertas dispuestas a cambiar y a incorporar. En mi caso, en una editorial me pusieron unas Mac y me dijeron q trabajara, yo en esos tiempos, corregía y editaba. Tuve pudor de preguntar porq eran bastante jodidos los dueños. Me enoje mucho con las compus y así estuve un tiempo hasta q pude laburar. Claro q lo mio es más sencillo q lo de uds porq yo manejaba procesador solamente. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Hermosa historia. En estos últimos años lo que han avanzado las nuevas tecnologías me asombra hasta a mí (y eso que me considero bastante actualizado en cuando a su uso). Aun creo que no hemos podido exprimir todo su potencial. Creo que esta explosión que vivimos estos últimos años va a seguir creciendo exponencialmente, pues la gente que se educó y se formó utilizando internet, ya estructuró su cabeza de otra forma. No puedo esperar para averiguarlo.

    ResponderEliminar
  4. Muy lindo relato Claudio, como el de muchos que he leído creo que nos une el deseo de saber, el empuje por querer desafiarnos, el ser curiosos y el seguir adentrándonos en una tarea no fácil que es la de explorar herramientas muy distintas a las utilizadas en nuestras primeras trayectorias educativas para seguir mejorando nuestra labor cotidiana de ser docentes y compartir un espacio de conocimiento con quienes son y serán nuestros alumnos. Saludos!

    ResponderEliminar